Porque nada me sale como quiero

Me considero una buena persona y trabajadora sin embargo no tengo un buen salario, no estoy realizando el trabajo que quiero, no puedo tener una estabilidad en mis relaciones de pareja, me miro al espejo y no me gusta lo que veo, he llegado a pensar que mi vida será siempre así. ¿Por qué nada me sale bien?

¿Te resultan familiares estas frases? ¿Te sientes identificado? Es muy probable que estés pasando por una etapa de frustración donde a lo mejor ya llevas mucho tiempo y al día de hoy se junto con la depresión.

Cuando luchamos por lograr algún sueño y no lo alcanzamos aparece la frustración y con ella dos emociones la tristeza y el enojo y en base a ellas funcionamos.

Cuando vemos que nada nos resulta como nosotros queremos, que las cosas parece que se vuelven más difíciles tenemos 4 caminos a elegir:

  1. Agredirnos:”No sé porque sigo intentándolo si no voy a poder nunca”, “soy un tonto”, “me merezco esto que me pasa”, “todo me sale mal” etc.
  2. Enojarnos: Y lo podemos hacer de dos maneras sacando el enojo de una forma violenta, golpeando, gritando etc. O tragándonos el enojo y tarde que temprano se manifiesta en la salud.
  3. Resignación: Conformándonos con lo que estamos viviendo y decir:”Bueno, no me tocaba”, “Dios no quería eso para mí”, “no hay mal que por bien no venga”.
  4. Resolver: Buscar soluciones creativas que resuelvan nuestra situación, para poder alcanzar esas metas y recuperar nuestra estima. Siempre que tenemos un obstáculo surgen las ideas pero hay que centrar nuestra energía para resolver el problema y no usarla para agredirnos o agredir a otros.

Un pequeño cambio que hagamos será lo que necesitamos para salir de la frustración y darnos cuenta de todo lo que somos capaces de realizar.

Permitirnos el error, todos nos equivocamos pero eso no significa que somos un error, darnos una nueva oportunidad después del error porque siempre hay un aprendizaje de crecimiento.

Cuando nos paramos sobre nuestro carácter, sobre quienes somos pueden venir los vientos y las tempestades y cuando pasen, estaremos más fuertes. Pero si nos paramos sobre nuestros éxitos lo que logramos o lo que no hemos logrado cualquier cosa nos va a derribar porque estamos valorándonos desde el afuera y lo mejor viene desde adentro de nuestro corazón y de nuestro ser.

Dios te quiere Bendecir, dice en su palabra que El tiene pensamientos de bien y no de mal para nosotros sus hijos. Entonces ¿por qué nosotros nos empeñamos en estar pensando mal de nosotros mismos y marcándonos el error?

Cambiemos nuestra forma de pensar, aprender a reconocernos a felicitarnos y a celebrar lo bueno que hay en nosotros porque así llegara lo mejor.

Bendiciones

Hay momentos en nuestra vida en los que parece que más que levantarnos con el pie izquierdo, es el único que tenemos. Seguimos nuestra rutina y todo nos sale mal. Llegamos tarde, no nos salen las tareas, somos ineficientes, … Intentamos hacer todo lo posible por mejorar nuestra situación, pero aun así llegas a pensar que el universo conspira contra ti y tu felicidad.

Pero a qué se debe y cómo podemos solucionarlos. En Atlas Psicólogos Tres Cantos te explicamos todo lo que necesitas saber.

¿Es una verdad objetiva que todo nos sale mal?

A todos nos ha pasado que tenemos una época en la que nada de lo que nos habíamos propuesto sale como queríamos.

Estas malas rachas son normales. No podemos esperar que siempre estemos felices y que todo nos vaya a ir bien. Sin embargo, pese a que podemos tener en mente esta realidad en muchas ocasiones el ver que nada nos sale como queremos, hay decepciones continuas. Así como, parece que lo que nos habíamos propuesto no se va a cumplir. Al suceder esto, es inevitable pensar que todo nos está saliendo mal.

Esto lo único que nos genera es la aparición de sensaciones y sentimientos como la desmotivación, la desgana, la apatía, la ansiedad y la depresión.

Y hay que saber una cosa. Por muy optimistas que nos consideremos, tarde o temprano vienen períodos en los que estamos un poco más tristes. Y no asumir que toda tristeza es depresión, sino que estamos ante momentos de cambios de estado anímico dentro de la normalidad esperable. Hay días en los que estamos más felices y otros en los que estamos más tristes.

¿Qué podemos hacer para solucionar todo lo que nos sale mal?

Aun asumiendo que se trata de una mala racha, la opción de quedarse cruzado de brazos no está entre las soluciones.

Lo primero que debemos hacer es hacernos una serie de preguntas:

  • ¿Qué aspectos dependen de nosotros?
  • ¿Hay algo externo a nosotros que ha influido en ello?

Este paso requiere profunda meditación, una reflexión que nos permitirá clarificar qué ha pasado y averiguar qué hechos negativos que se han dado encadenados nos han hecho caer en el “todo me sale mal”.

Una vez hemos visto qué es aquello que depende de nosotros, toca aceptar que hay cosas que no están dentro de nuestro control. Como no las podemos controlar no vale la pena amargarse por ellas. Cierto que a veces la vida es muy injusta y nos trae eventos realmente crueles, pero, aun así, ¿de qué sirve lamentarnos una y otra vez? ¿Acaso recordar lo malo no es revivir el daño que nos hizo? Los tiempos difíciles acaban pasando, pero nunca lo harán del todo si no dejamos de pensar en ellos.

Es necesario también prestar un poco de atención al tipo de pensamientos que tenemos. Vistas las posibles causas que nos hacen pensar que todo nos sale mal, debemos preguntarnos si estamos aplicando un filtro negativo a nuestra realidad, es decir, si prestamos demasiada atención a cosas malas que sin lugar a duda hacemos. Ayuda tener un tiempo de reflexión sobre aquellos aspectos de tu vida por la que obvies la visión pesimista e intentes focalizar en aquello que agradeces y lo bueno que tienes.

Nuestra vitalidad depende de dejar atrás este filtro de negatividad. Y en el caso de que este proceso sea insuficiente para resolver estos pensamiento, no dudes en ponerte en contacto con un especialista.

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Artículo revisado por el Comité de MundoPsicologos

¿Qué podemos hacer cuando las cosas no salen como uno/a quiere? Estos pensamientos pueden ser la señal de que existe un problema en tu salud mental. Descubre cómo afrontarlo.

2 JUN 2022 · Lectura: min.

Orientación y crecimiento personal

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Todos hemos tenido malos días en los que parece que todo son problemas. En momentos así, son muchas las personas que creen que jamás podrán salir de este tipo de situaciones y piensan que ‘todo les sale mal’, cuando en realidad tan solo es una mala época. Entonces, ¿qué podemos hacer ante esta situación?

¿Por qué todo me sale mal?

Es normal pasar por malas épocas, pero creer que todo te sale mal, por ello quizá indica un deseo de control excesivo. Para muchas personas esta necesidad de tenerlo todo bajo control puede volverse abrumadora, lo que acaba perjudicando nuestra salud mental. De este modo, esta sensación de que todo te sale mal puede deberse a que tienes tendencia a sobrellevar las cosas cuando no te salen según lo planeado o cambian inesperadamente. Incluso en estos casos puedes encontrarte repasando mentalmente las mismas situaciones mientras intentas buscar una sensación de control. Esta necesidad de intentar mantener las cosas bajo control puede llegar a afectar tanto tus relaciones como tu salud mental. Esta necesidad de control puede provenir de los siguientes problemas psicológicos:

  1. Eventos traumáticos: Un trauma infantil puede tener un gran impacto en diferentes aspectos de nuestra vida. Además, también puede provocar que las personas en su edad adulta intenten controlar diferentes aspectos de su vida. Al vivir un trauma, las personas pueden acabar teniendo una visión de la vida muy catastrofista, es decir, acaban asumiendo que vivirán lo peor en cualquier escenario dado.
  2. Experiencias de la infancia: El entorno en el que creciste también puede afectar la manera en la que ves el mundo. Es decir, si creces en una familia con dinámicas inestables, donde no sabías qué podía suceder en cada instante, esto puede conducir a comportamientos de control como una manera de afrontar esta incertidumbre familiar. Por otro lado, crecer con cuidadores emocionalmente inaccesibles también puede resultar en la necesidad de controlar tus interacciones con otras personas en un intento de obtener seguridad y validación.
  3. Trastornos de ansiedad y TOC: Las personas que viven con trastornos de ansiedad a menudo suelen encontrar difícil tolerar la incertidumbre. De este modo, el hecho de rumiar y preocuparse de manera habitual puede perjudicar el día a día de las personas, ya sea a nivel laboral como en el ámbito personal. En cambio, las personas con trastorno obsesivo-compulsivo también pueden tener una fuerte necesidad de controlar como un intento por reducir la ansiedad y los miedos que sienten por esta patología.
  4. Trastornos de personalidad: Una necesidad excesiva de control también puede ser un síntoma de que puede existir un trastorno de personalidad. Por ejemplo, las personas con trastorno límite de la personalidad (TLP) pueden sentir un miedo intenso al abandono. Este miedo podría llevar a las personas a controlar sus interacciones y la actitud de sus relaciones. Otras condiciones también pueden afectar y dar la sensación de que todo sale mal.
  5. Comportamientos aprendidos: A veces, sentir la necesidad de controlar las cosas puede no estar relacionado con una condición de salud mental. De hecho, algunas personas pueden tener esta tendencia debido a que lo han ‘aprendido’ a través de ciertas experiencias durante la infancia y la juventud.

Como vemos cuando ‘todo sale mal’ en muchos casos esto puede indicar que estamos ante una condición de salud mental que puede acabar afectando nuestro día a día. Si crees que este puede ser tu caso, es importante que intentes acudir a un psicólogo/a profesional para analizar qué puede provocarlo y encontrar un tratamiento para ello.

¿Qué hacer cuando ‘todo te sale mal’?

Los problemas en la vida son inevitables. Sin embargo, cuando sentimos que todo sale mal existen algunas cosas que podemos hacer para intentar sobrellevar esta situación:

  1. Pensar que las cosas pasarán: Pensar que siempre te sucede a ti o que todo sale mal no te ayudará a superar esta situación. Al contrario, este tipo de pensamientos hará que prestes atención a los aspectos negativos de tu día a día y te acabará convenciendo de que todo es negativo en tu alrededor.
  2. Céntrate en lo que puedes controlar: Cuando las cosas van mal, es difícil reconocer que algo puede ir bien. En estos casos, lo importante es intentar no controlar o pensar en aquello que va mal, sino enfocarte en lo que sí puedes cambiar y mejorar en tu vida.
  3. Toma algo de control: Aunque creas que no puedes cambiar una situación, la realidad es que hay una cosa que si puedes controlar: tu actitud y tu reacción. Por lo tanto, concéntrate en intentar lidiar con ello cuando crees que todo te sale mal.
  4. Cambia tu perspectiva: La mayoría de problemas que nos preocupan en la actualidad no nos importarán dentro de unos años. De este modo, cuando las cosas van mal, puedes intentar cambiar tu perspectiva ante esta situación e intentar pensar que dentro de unos años, este problema ya no estará.
  5. Piensa que tienes capacidad para manejar esta situación: La falta de confianza para manejar los tiempos difíciles también puede aumentar nuestro estrés y hacer que veamos las situaciones con mayor negatividad. Ante estos sentimientos, recordar que eres capaz de afrontar estos momentos te ayudará a confiar más en tus recursos para solventarlo.
  6. Intenta aprender: No importa cuán de mala sea una situación, en todos los casos puedes aprender algo de estos instantes. Cuando todo te sale mal, intenta visualizar qué puedes aprender de estos instantes y enfócate en ello.
  7. Acepta la incertidumbre: Es difícil tolerar la incertidumbre cuando sientes que nada te sale bien. Pero, intentar contarlo todo solo te hará más daño a nivel emocional. Entonces, no pierdas el tiempo tratando de cambiar algo que no está en tu responsabilidad o control.
  8. Recuerda aquellos instantes que ya has superado: Recordar cómo superaste las dificultades del pasado puede ayudarte a conseguir la resiliencia y la fuerza para poder afrontar estos momentos. Ante una época en la que parece que todo te sale mal, intenta recordar todos los días cómo superaste los problemas del pasado.
  9. Cuídate más: Cuando todo pare que sale mal, lo mejor que puedes hacer es empezar a cuidarte a ti mismo/a. Descansa lo suficiente, haz algo de ejercicio, come sano y dedícate un tiempo al día solamente para ti. Cuánto más te cuides a ti mismo/a, estarás más equipado/a para enfrentar tus problemas.
  10. Pide ayuda: Si crees que no puedes solventar estos tiempos difíciles por ti mismo/a, es vital que pidas ayuda a los demás. No tengas miedo en estos instantes de llamar a amigos/as y familiares para pedirles su apoyo. Además, en estos casos, también puedes contar con la opción de contar con un psicólogo/a profesional.

Cuando todo sale mal, o parece que nada va bien, puede ser una señal de que debes hacer algo para cambiar en tu vida. Por ello, en lugar de frustrarte por los problemas de la vida, quizá debas verlo como una oportunidad para mejorar.

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.

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  • Litner, J (2022). Need to Control Everything? This May Be Why. Psych Central. //psychcentral.com/blog/why-you-need-to-control-everything
  • 28 Ways To Rebound When Everything Goes Wrong, From A Psychologist. Mind Body Green. //www.mindbodygreen.com/0-17815/28-ways-to-bounce-back-when-everything-goes-wrong.html 

Elisabeth Berzal

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