Por que a mi novio no se le para

Como mujeres a veces nos sentimos responsables por el bienestar de nuestros seres queridos. Si su pareja no puede lograr o mantener una erección regularmente, su primer instinto puede ser culparse a sí misma. No lo haga. La impotencia de su pareja no está causada por nada que usted haya hecho.

La disfunción eréctil no puede curarse con lencería sensual nueva o con una mayor variedad en la cama, ya que no está relacionada con la atracción de su pareja hacia usted. La incapacidad de su pareja de “funcionar” es una afección física que con mayor frecuencia está relacionada con problemas médicos tales como diabetes, colesterol alto o afecciones cardiovasculares en sus primeras etapas.

Esto también puede sonar preocupante, pero son noticias que tienen un lado positivo. Tener impotencia debido a una causa médica implica que hay ayuda a su disposición. Con el tratamiento, su pareja podrá volver a sorprenderla y apasionarla.

Abrir las líneas de comunicación

Tratar la impotencia es estresante para cualquier hombre, incluso cuando está lejos de la cama. Debido a que la cultura popular a menudo representa las erecciones como un símbolo de masculinidad, no es de sorprender que la disfunción eréctil pueda hacer que el hombre se sienta avergonzado, aislado, con ansiedad y depresión.

Si nota que su pareja duda en abrazarla, besarla o mostrar afecto, probablemente esté preocupado acerca de lo que sucedería si las cosas pasan al plano físico y no es capaz de satisfacerla. Ningún hombre desea sentir que está desilusionando a la mujer que ama.

Minimizar el problema puede parecer útil, pero decirle a su pareja que su disfunción eréctil no importa hace que parezca que usted no extraña la intimidad sexual. Este mensaje es, a fin de cuentas, perjudicial y sólo hará que él se cierre aún más.

Para demostrar su apoyo, planifique un momento para hablar en el que ambos estén relajados. Es recomendable tener esta conversación lejos del dormitorio. Intente tenerla después de haber disfrutado una comida o de haber mirado una película divertida juntos. Comparta la información sobre la impotencia que ha descubierto. Dígale que le importa su salud y felicidad, y aliéntelo sutilmente a ver a su médico. Puede ofrecerse a ir con él a su consulta, pero es posible que él se sienta más cómodo teniendo una conversación privada con su médico. Él sabrá qué es lo mejor.

PREGUNTA. Mi chico siempre ha sido fogoso en la cama y desde el principio nunca le ha costado tener una erección conmigo. Desde hace un par de meses sin embargo, le ocurre totalmente lo contrario. ¿Será que ya no le gusto?

Puede ya que ya no le gustes, puede que tan solo tenga problemas o puede que le ocurran las dos cosas. El sexo es uno de los elementos básicos que denotan salud física y mental en la pareja. En ocasiones y debido al estrés, cansancio, falta de sueño o enfermedad las ganas de echar un polvo se ven mermadas y aparece la desidia sexual.

En otros casos y a pesar de que la pareja quiera tener relaciones, los problemas anteriores se materializan en pérdida de erección. Esto no significa que le hayas dejado de gustar o que no le excites, simplemente pasa por un mal momento y lo mejor es que no tenses más la cuerda. No le obligues si no le apetece, no le compares con otros hombres y muchos menos pongas en tela de juego su hombría. Solo conseguirás que la situación se torne más complicada.

Sin embargo, hay otros factores que también interfieren en la disfunción eréctil y que sí suponen un problema si se prolongan en el tiempo. El consumo de drogas, el alcohol o el tabaco no solo son el germen de enfermedades cardíacas o diabetes sino que también afectan a la salud sexual de las personas.

Estaría bien que sacases el tema en algún momento, le preguntases si tiene algún problema en su día o día o le apetece cambiar vuestras rutinas sexuales. Al final, una situación de este tipo cuando se prolonga en el tiempo sí puede llegar a mermar la relación de pareja, que aparezcan cuernos o que la relación acabe rota por malos entendidos.

PREGUNTA. ¿Los orgasmos nocturnos en mujeres son provocados por la falta de sexo?

No. Las estadísticas lo confirman. El 70% de las mujeres y casi todos los hombres han tenido sueños eróticos. De ser cierta tu pregunta... ¡¡¡La mayor parte del mundo estaría a falta de echar un polvo!!! Este estudio ha sido llevado a cabo por la Universidad de Montreal, Canadá. Eso sí, no es lo mismo el sueño húmedo que la polución nocturna o llegada al orgasmo. Se estima que el 83% de ellos han llegado a eyacular mientras que un 37% de las féminas también lo ha hecho.

Además, la mayoría de los sueños se basan en experiencias vividas o deseos que nuestro cerebro materializa en forma de sueños. Lo cierto es que un 18% de los sueños que las mujeres tienen y con los que llegan al orgasmo están relacionados con situaciones límites, experiencias prohibidas y lujuriosas que no serían capaces de realizarlas en la vida real.

Soñar con sexo o tener poluciones nocturnas solo denota salud sexual pero no carencia de sexo. Disfruta de lo que tu naturaleza te ha dado.

PREGUNTA. No logro llegar al orgasmo con mi vibrador. ¿Cómo puedo llegar a hacerlo? Todas mis amigas me dicen que la experiencia es una pasada...

Seguramente lo estés haciendo mal. El vibrador no deja de ser una máquina conducida por un ser humano y como tal deben seguirse una serie de indicaciones para que sus funciones se desarrollen de la mejor manera. Los pasos a seguir son diferentes dependiendo de la mujer. Te voy a explicar por qué:

Paso número 1: Conócete a ti misma. No todas las chicas llegan al orgasmo de la misma forma. Algunas lo hacen estimulando el clítoris, otras el punto g y las más afortunadas ambos.

Paso número 2: Busca tu vibrador perfecto. Los hay desde dildos, bolas chinas, eléctricos y hasta pinzas con las que estimular punto g y clítoris. Las texturas, tamaños e intensidad de vibración también importan. Puede que en el mercado encuentres un vibrador distinto para cada tipo de mujer. ¡Pregunta por el tuyo!

Paso número 3: Una vez hallado tu foco de placer busca la forma de tocarte, de menos a más. La intensidad va aumentando progresivamente. Puedes hacerlo tú con los movimientos de tu mano o programar tu vibrador para que sea él quien tome la iniciativa.

Paso número 4: Desconecta del mundo que tienes alrededor. Ponte una película porno o crea una fantasía en tu mente con la que gozar mientras te das el gustazo con tu aparatito. Crea un clima en el que nadie te pueda molestar.

Si sigues estos cuatro pasos seguro que por fin consigues disfrutar del sexo con juguetes y conseguir darte placer como no lo has hecho nunca.

Sexualidad en pareja

Actualizado a: Jueves, 10 Diciembre, 2020 09:54:03
Los problemas de erección impactan directamente en las relaciones sexuales. (ILUSTRACIÓN: Miguel Santamarina).

La falta de erección se considera un problema desde el punto de vista médico cuando el hombre experimenta una dificultad marcada para conseguir o mantener una erección durante la actividad sexual o también cuando hay una reducción significativa en la rigidez de la misma, según describe Jesús E. Rodríguez, director del Instituto Sexológico Murciano (ISM). “Esto puede ocurrir en situaciones y contextos concretos o bien de forma generalizada”, matiza este experto. 

En cuanto a qué signos indican que nos encontramos ante un problema de erección del pene que requiere acudir a un experto, Rodríguez precisa que se debe prestar atención “cuando estas dificultades con la erección se dan en un porcentaje igual o superior al 75% de las ocasiones que el hombre intenta mantener relaciones sexuales o bien si estas dificultades persisten por más de tres meses aun apareciendo de forma menos frecuente”.

Los expertos consultados por CuídatePlus subrayan que los problemas de erección del pene tienen un impacto directo en las relaciones sexuales que, en consecuencia, afecta a la pareja de forma negativa porque surgen miedos e inseguridades. “Los problemas de erección, en el plano de la pareja, pueden generar menos relaciones sexuales y de peor calidad, y que nuestra pareja se pregunte si es por su culpa de ella o si el problema está en que ya no nos sentimos atraídos por esa persona”, explica García. 

En este punto, el director del ISM apunta a pesar de las distintas formas que hay de afrontar esta situación entre los miembros de la pareja, “lo más habitual es que si los problemas de erección se alargan en el tiempo acabe siendo un motivo de conflicto importante, en especial cuando el hombre no busca soluciones o le resta importancia al problema”.

Por otra parte, ambos profesionales coinciden en que la falta de erección tiene un impacto emocional en el hombre afectando a su autoestima a nivel individual. “Para la inmensa mayoría de hombres, su desempeño sexual es fundamental para su autoestima, con frecuencia observamos en los pacientes con problemas de erección una pérdida de confianza, de seguridad en sí mismo y una merma significativa en su autoestima, consecuencias psicológicas de un problema que no suelen compartir con nadie”, enumera Rodríguez. Al respecto, el portavoz del Instituto de Urología Serrate Ribal menciona que la falta de seguridad y confianza en uno mismo derivados de la falta de erección conlleva a evitar tener relaciones sexuales e incluso estos hombres tienen a disminuir su deseo sexual y a restarle importancia. “La mayoría de hombres con problemas de erección no lo consultarán nunca con su médico, y los hombres que dan el paso tardan de media unos dos años en pedir cita”, advierte García.

El tratamiento de la falta de erección debe comenzar localizando la causa, en la mayoría de los casos, con un componente psicológico. Respecto a las terapias, dependen del origen del problema, insiste García y prosigue: “Tenemos terapia hormonal, ondas de choque, terapia sexual, medicamentos, cirugía... y en breve sabremos si el plasma y las células madre pueden ser de utilidad”. A su juicio, lo más importante es entender la causa del problema y que el tratamiento se experimente como parte del juego sexual y no como “deberes impuesto por el médico”. 

En cuanto a la terapia para tratar el factor psicológico cuando este es el que prevalece como detonante del problema, Rodríguez indica que “existen unas actividades para casa que se realizan en pareja donde mediante unos guiones, y en donde forma progresiva se trabaja la ansiedad de rendimiento, actividades muy similares a lo que se hace para tratar ciertas fobias”. Precisamente, en su opinión, la mayoría de los problemas de erección comparten un componente psicológico que se conoce como ansiedad de rendimiento. “Esta ansiedad provoca un efecto circulatorio poco conocido de vasoconstricción periférica, este fenómeno vascular desencadenado por la rama simpática del sistema nervioso autónomo, es capaz por sí solo de provocar una pérdida de erección”, puntualiza Rodríguez. 

Para García es fundamental que el hombre sea honesto a la hora de plantear la problemática a su pareja sin incurrir en culpabilidades, así como a pedir ayuda sin prejuicios. “A los hombres nos han mal educado en que pedir ayuda es ser débil, y los hombres no podemos serlo. No nos lo permitimos. Nos da la sensación de que a nuestra pareja le pareceremos poco viriles”, índice García y recalca: “En mi experiencia es al contrario: las mujeres, y también los hombres, cuyas parejas les explican sus problemas sexuales sienten que confían en ellas, que son un equipo”.

En esta línea, Rodríguez considera que la actitud comprensiva de la pareja es esencial ante los primeros episodios porque reduce la mencionada ansiedad de rendimiento, por tanto, se deben evitar comparaciones con otras parejas anteriores, acusaciones de infidelidad o tomarlo como prueba de que se ha perdido el interés sexual. “En los últimos años se ha constatado que para los problemas de erección los tratamientos combinados, farmacológicos y psicológicos, son la opción más eficaz para la mayoría de pacientes independientemente de la causa de sus problemas de erección, de ahí la importancia de la creación de unidades multidisciplinares para abordar esta problemática”, señala Rodríguez.

En términos generales, este experto apunta que los problemas de erección en la mayoría de los casos tienen solución, pero es importante ponerse en manos de profesionales sanitarios (médico de familia, urólogo, sexólogo clínico) para un correcto diagnóstico y, a partir de ahí, determinar el tratamiento más adecuado en cada caso. “Debemos tener cuidado con los centros que te venden sí o sí tratamientos muy costosos, así como evitar también usar suplementos no contrastados de venta por internet o la automedicación”, concluye.

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